24 de febrero
“El 24 por la mañana me despertó el mensaje de mi hermano: “Están bombardeando”… Me levanté, puse las noticias, entré en todas mis redes sociales y me enteré de que ya vivimos en otro mundo…
Soy bielorrusa que vive en España. Me casé con un venezolano y tengo un hijo que nació en España.
Mi madre vive a 4 km de la frontera entre Bielorrusia y Ucrania. Mi hermano vive también en Bielorrusia y tiene una hija de casi 2 años. Dos de mis primos viven en Bielorrusia, uno de ellos es estudiante y el otro tiene una hija de casi 3 años. También tengo a dos primos en Ucrania, uno de ellos tiene 2 hijos, el menor de solo unos meses. También tengo a una prima en Kiev que tiene una niña de 5 años. En Ucrania tengo a mis tíos y otros parientes lejanos.
El primer día hablé por teléfono con mi prima. Estábamos alteradas, no podíamos creer en lo que estaba pasando. La primera noche ella y su familia la pasaron en un refugio antiaéreo, luego fueron a casa de una tía porque la prima vive en quinta planta y bajar de la quinta al refugio varias veces al día puede ser problemático, por eso fueron a casa de una tía que vive en un bajo: más cerca del refugio.
Uno de mis primos bielorrusos es militar. Uno de mis primos ucranianos es militar, también. Ambos primos ucranianos ya han ido al frente, los bielorrusos, de momento, están en casa con sus familias.
Uno de mis primos ucranianos no estuvo con su familia cuando su primer hijo era pequeño: estaba en Donbás, ahora no está de nuevo cuando su segundo hijo es bebé.
Cuando estoy aquí, en España, y doy una naranja a mi hijo a menudo pienso: ¿y la niña de mi prima? estará en un refugio, ella no tiene la posibilidad de comer una naranja, una fruta, reír, jugar, correr por la calle, porque es peligroso…
Mi abuela era ucraniana, en la Guerra (porque hasta ahora para mí existía solo una Guerra con mayúscula, la Gran Guerra Patria (1941-1945)) tuvo que vivir en “zemlianka” (casa en la tierra). ¿Podría ella haber pensado que una de sus nietas con su familia tendría que buscar refugio en los sótanos de Kiev?
Mi abuelo era ucraniano y participó en la Guerra (no le gustaba contar sobre esto), defendió el Cáucaso. ¿Habría pensado él que una de sus nietas con su familia tendría que huir de los bombardeos?
Una de mis tías ucranianas no me habla: está molesta, frustrada, llena de ira y odio. Sé que está bien porque me lo dice mi prima y porque de vez en cuando reviso su conexión por WhatsApp: “estuvo contactada hace 10 min.” De mismo modo “reviso” que están bien mi prima, mis primos y toda la gente que tengo en Ucrania.
En todas las reuniones familiares siempre hemos tenido el brindis “Por la paz en todo el mundo”. ¿Y ahora qué? Ha pasado ya más de una semana…”
Nuestra Asociación tiene entre sus miembros además de españoles a rusos, bielorrusos, ucranianos y representantes de otras nacionalidades. De su parte no queremos hacer ninguna declaración política/institucional: creemos en el poder de la palabra, pero no en este caso. Todo está muy mal para poder solucionarlo con unas simples palabras. Dejamos este testimonio de una de nuestras asociadas.