Nuestra montaña

Diana Zhakypova (Kirguistán)

Traducción realizada por la Asociación de Rusistas de España

Cuando me acuerdo de la mañana de un domingo de mi infancia, me viene a la mente la escena donde mis padres están tomando el té y charlando en voz baja para no despertarme. Por muy raro que parezca, la mañana de un domingo se me asocia con Sulamain Too.

Sulamain Too, o montaña Sulamain, está situada en la ciudad de Osh, en la parte meridional de Kirguistán. Se considera que esta montaña fue nombrada así en honor al profeta Sulamain o el Rey bíblico Salomón. Existe una multitud de mitos y leyendas sobre este lugar. Así, por ejemplo, una de las leyendas dice que una vez el profeta Sulamain cuando sobrevolaba el territorio de actual Kirguistán, quiso descansar y estaba buscando un sitio para hacerlo. De repente, la pezuña de su caballo chocó contra algo y este se paró. El profeta miró sorprendido abajo y vio un oasis entre las montañas. Sulamain decidió bajar y descansar allí. Él pisó una piedra, y sus huellas quedaron allí para siempre. Cuando subáis a la montaña, podréis verlas hasta hoy en día.

Indiscutiblemente, Sulamain Too es uno de los sitios de interés más importantes del país. La montaña también está incluida en la lista de Patrimonio de Humanidad de la UNESCO. Muchos turistas visitan este lugar, y los mismos habitantes de Osh también frecuentan este monumento natural.

Al subir a la montaña, lo primero que vais a ver será una multitud de mujeres. Existe una creencia según la cual si una mujer sube la montaña y se estira tres veces para alcanzar la piedra que está arriba, cerca de la entrada en la cueva Tamchy tamar (La gota cae), ella podrá quedarse embarazada. La mujer también tiene que llevar siete tortitas (zheti tokoch), preparadas por ella misma. La última vez que subí a la montaña vi como una familia junto con un moldo (mullah) leían el Corán, y las tortitas se las dejaron al moldo como señal de respeto. En Sulamain Too también podréis ver a muchas mujeres embarazadas, ya que los paseos son muy buenos para ellas, y la montaña con sus subidas y bajadas es muy cómoda para el ejercicio.

En primavera y otoño la gente hace pícnics porque la montaña es muy agradable durante estas temporadas. En el medio de la montaña hay un jardín. En primavera podéis disfrutar del delicioso olor a árboles en flor, y en otoño no vais a salir hambrientos de allí.

Durante más de mil años Sulamain representaba un faro para los viajeros, que consideraban que la montaña era sagrada. En sus cinco cimas y laderas existen múltiples lugares de culto antiguos, cuevas con arte rupestre y mezquitas del siglo XVI que habían sido remodeladas. En la montaña hay constancia de 101 lugares con las imágenes rupestres de personas, animales y formas geométricas.

Antes de irme de Kirguistán, yo pensaba que en el mundo había muchos lugares como Sulamain Too, pero me he dado cuenta de que no es así apenas había salido del país. Aquí, en Cádiz, rodeada por el océano, echo de menos las montañas, a pesar de que durante toda mi vida he soñado con vivir cerca del mar. Es curioso: mi sueño se ha vuelto realidad, pero quiero volver a casa.

En este relato no he descrito todos los detalles de la montaña, porque sin ver Sulamain Too con sus propios ojos no es posible sentir su ambiente. Los kirguisos tienen una frase «Ар кимдики озуно Ай корунот козуно», que se traduce como “Para cada uno lo suyo se percibe como la luna, o sea, maravilloso”. Es posible que para los extranjeros esto sea raro, pero para nosotros es una montaña completamente diferente: nuestra montaña.

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